En el último año el coste de llenar el depósito de tu coche diésel o gasolina no ha parado de oscilar dependiendo siempre del precio que fijan las gasolineras. Sin embargo, tú como conductor puedes conseguir reducir el consumo si haces un buen mantenimiento de tu automóvil y si conduces siguiendo alguno de estos 10 consejos que tenemos preparados para que tu coche consuma menos combustible. Estas son las ideas principales:
Circular
a bajas revoluciones, a unas 1500 o 2000 en coches diésel, y a unas 2000 o
2500 revoluciones en los coches de gasolina.
Evitar
aceleraciones bruscas y frenazos, y conducir a una velocidad moderada, teniendo
en cuenta que por encima de los 100 km/h el consumo se multiplica. Además, circular
a una velocidad uniforme y con las revoluciones lo más bajas posibles puede hacer
que ahorres entre un 10% y un 15% de carburante.
Apagar
el motor del vehículo cuando la parada vaya a ser de varios minutos.
Aprovechar
la inercia del coche cuando se circula bajando una pendiente y levantar el pie
del acelerador. Al acercarse a un semáforo en ámbar o que se va a poner en rojo
también podemos aprovechar para dejar de acelerar pero es un error bastante común
poner el cambio de marchas en punto muerto, lo que hace que el coche consuma
más.
Conducir
con las ventanillas bajadas, sobre todo a mucha velocidad, perjudica la
aerodinámica del coche y aumenta el consumo de gasolina. Pero por otro
lado, el aire acondicionado o climatizador
consume todavía más, hasta un 20% más, ya que el compresor del aire
acondicionado funciona gracias al giro del motor.
Llevar
accesorios exteriores encima del coche hace que el vehículo genere una mayor
resistencia al aire, por lo que exige un mayor uso del acelerador y se
incrementa el consumo del carburante. Tampoco es aconsejable llevar el maletero
muy lleno porque a mayor peso, mayor consumo.
Revisar
los neumáticos con regularidad para que estén inflados con la presión idónea,
pues los cambios de temperatura pueden hacer que no estén en óptimas
condiciones. Una rueda poco hinchada aumenta la resistencia al rodaje y por lo
consiguiente obliga al motor a trabajar más, lo que puede incrementar el
consumo hasta un 10% y además reduce la vida de los neumáticos.
Tener
las revisiones del coche al día puede ser la mejor manera de ahorrar
combustible. Se debe cambiar el aceite cuando corresponda, y aunque parezca que
es con demasiada frecuencia, a la larga reducirá el desgaste del motor. Por
otra parte, un filtro de aire sucio le quita potencia al motor y aumenta el
consumo.
Repostar
en gasolineras con mucha gente puede ser una buena idea, pues las estaciones
que están siempre llenas tienen que recargar sus tanques regularmente, lo que
significa que su gasolina es más fresca y tiene mayor potencia que la que lleva
varios días guardada.
Apagar la radio
y el aire acondicionado antes de quitar la llave del contacto hará que cuando
vuelvas a arrancar se consuma menos combustible para que todo el sistema
electrónico se vuelva a poner en marcha.
Esperamos que estos consejos hayan sido de ayuda y sobre todo, que lo note tu bolsillo a la hora de llenar el depósito de tu coche.